lunes, 10 de octubre de 2016

RENOVACIÓN DE PROMESAS 2016



RENOVACIÓN DE PROMESAS
2016

El día 15 de agosto de 2016 en la Capilla del Colegio de Nuestra Señora de Lourdes, los miembros de la Fraternidad de Laicos Dominicos de la Presentación de Barranquilla, renovamos nuestras promesas como laicos al servicio de la Iglesia según los lineamientos de Nuestra Madre Fundadora Marie Poussepin y Santo Domingo de Guzmán.

Norelys Figueroa hizo las promesas por primera vez. Estas promesas fueron recibidas por H Angela María Vélez Restrepo Superiora Provincial quien vino especialmente a este evento, en medio de la Eucaristía celebrada por el Capellán del Colegio, Pbro André Felipe. Contamos con el acompañamiento de las Hermanas de las otras comunidades locales, amigos y familiares. Una vez finalizada la Eucaristía, compartimos unos pasantes y brindamos por la alegría de vivir y anunciar el Evangelio.





























RETIRO ANUAL EN SAINVILLE CRESPO CARTAGENA 2016


RETIRO ANUAL EN SAINVILLE CRESPO CARTAGENA 2016


Los días 13 y 14 los miembros de la Fraternidad de laicos de la Presentación de Barranquilla, nos reunimos en la Casa de Encuentros de Sainville, en Crespo, Cartagena para hacer el retiro anual, bajo la coordinación de H Angela María Vélez Restrepo, H Ana Cecilia González y Hna Martha Luz, consejera y coordinadora de laicos a nivel provincial. El propósito de este retiro consistía en fortalecernos espiritualmente para examinar nuestra misión como laicos y prepararnos al gran acontecimiento de la Renovación de las Promesas por otros dos años, como laicos comprometidos al servicio de la Iglesia, viviendo el Carisma de Marie Poussepin, marcado por los lineamientos de la Espiritualidad Dominicana.

En este Año de la Misericordia, fue un verdadero acierto, escoger el contenido de la Parábola del Hijo Pródigo como marco de referencia, para que sintamos la urgencia de la práctica de las obras de misericordia, tan olvidadas en nuestro quehacer;  pero ante todo, el recordar, que aún padeciendo los mayores sufrimientos que la vida nos ofrece, hay un Padre Misericordioso que nos ama, no importa la magnitud de nuestras faltas, que se concretizan más que todo, en la indiferencia por las carencias de  nuestros hermanos.

Agradecemos tanto, este darse de ustedes Hermanas, para que saliéramos renovadas y con mayor compromiso, nos sentimos privilegiadas y con mayor razón, estamos obligadas a darnos a los demás.

Hay mucho por decir, pero la vivencia de todo esto, exige que en nuestras acciones, el AMOR y la CONFIANZA en la PROVIDENCIA. Gracias a la Congregación que nos apoya siempre y con su testimonio, nos inspira a seguir siendo LUZ Y SAL DE LA TIERRA.