jueves, 11 de agosto de 2016

PASCUA DE ALEYDES TERESA HERRERA QUESADA



DESPEDIDA A ALEYDES HERRERA QUESADA MIEMBRO FUNDADOR DE LA FRATERNIDAD DE LAICOS DOMINICOS DE LA PRESENTACIÓN









El día 3 de agosto de 2016, fue llamada a la Casa del Padre Celestial, nuestra compañera Aleydes Teresa Herrera Quesada, miembro fundador y activo de la Fraternidad. Aleydes fue exalumna del Colegio San Miguel del Rosario y toda su vida profesó el Carisma de Marie Poussepin según los lineamientos de la Espiritualidad Dominicana. A continuación se presentan tres artículos que fueron leídos en la Eucaristía de Despedida de su cuerpo hacía la Vida Eterna. Su velación y honras fúnebres se llevaron a cabo en la Funeraria Capillas de la Fe de esta ciudad. La Eucaristía de sus cenizas en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes. Los eventos contaron con la presencia de su familiares, las HH de la Presentación de las comunidades locales, sus hermanas de la Fraternidad de Laicos, sus compañeras exalumnas del Colegio San Miguel del Rosario, compañeras docentes, alumnas y amigos....

Los escritos que se relacionan a continuación dan cuenta de su forma de ser y del servicio a la comunidad. 

ALEYDES DESCANSA EN PAZ. TU VIDA OFRECIDA EN SACRIFICIO ES UN LLAMADO A REVISAR LA NUESTRA Y MEJORAR NUESTRO PEREGRINAJE A LA VERDADERA VIDA









Medellín, Agosto 3 de 2016



DESPEDIDA A ALEYDES HERRERA
 “Conservad la presencia de Dios en todas vuestras acciones”
Marie Poussepin

Estas palabras enmarcan la vida de nuestra Madre Fundadora y hoy llegan de manera especial a enmarcar la vida de Aleydes… porque sin lugar a dudas ella supo llenar su vida de Dios, convirtiendo la fraternidad es espacio privilegiado para buscarlo, sentirlo y compartirlo.
Quisiera en este momento agradecer al Señor la vida de Aleydes y expresar mi sentimiento de condolencia a su familia  y  a la Fraternidad de Laicos Dominicos de la Presentación Barranquilla, quienes siempre la acogieron con cariño y se convirtieron en sus compañeros de camino en todos los momentos y circunstancias de su existencia.
Amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que a los otros, pueda hacer feliz. Qué lindo es vivir para amar, que grande es tener para dar, dar alegría, felicidad, darse uno mismo eso es amar.
Esta estrofa se convierte en la síntesis de la vida de Aleydes: ella vivió para amar, acogedora, generosa, alegre, sencilla, servicial, con sentimientos que permitían leer el detalle, el cariño, en todo aquello que realizaba.
Hoy es día de acción de gracias, porque la vida de Aleydes es ofrenda, después de todos estos meses de sufrimiento, el Señor la llama para que goce se su morada santa, del lugar donde llegan todos aquellos que convirtieron su vida en Bienaventuranza. Con ella en el cielo siempre tendremos la bendición…porque ya hace parte de la Presentación del cielo, y desde allí seguirá acompañando nuestro caminar…
Demos Gracias al Señor, por su vida, por todo el misterio de donación que vivió en la Fraternidad.  Su lámpara hoy se apaga en la tierra, pero se enciendo en el cielo, y desde allí su luz siempre va a permanecer entre nosotras.
Sabemos que nuestra Señora Reina y Madre de la Presentación la acoge en el cielo, y con su Hijo, le dice: “Venid bendita de mi Padre a poseer el Reino que te teníamos preparado”…
Me uno de manera especial a todos .


Fraternalmente

H.Angela María Vélez Restrepo.OP

Superiora Provincial




DE LA FRATERNIDAD A ALEYDES HERRERA QUESADA


Barranquilla, 3 de agosto de 2016.

La Fraternidad de Laicos Dominicos de la Presentación de Barranquilla, acompaña a su querida hermana  ALEYDES TERESA HERRERA QUESADA en esta EUCARISTÍA , en la que se celebra su PASCUA hacia la VIDA eterna, para compartir con todos los presentes, el gozo de haber tenido una verdadera hija de DIOS, como miembro fundador y participante activo desde 1998

Reconocimos siempre en ALEYDES, LA ALEGRÍA DE VIVIR EL evangelio, la aceptación de la VOLUNTAD DE DIOS en los momentos de prueba, buenos y difíciles, la responsabilidad y entrega total como miembro de su familia, especialmente en los cuidados que prodigaba incansablemente a su mami, DOÑA MELA, la vocación de servicio a la humanidad, a la Congregación de Hermanas de la Presentación que marcó en ella la impronta de su lema : PIEDAD, SENCILLEZ Y TRABAJO; su vivencia en la fe, y esperanza, infundidos por el CREADOR, Y LA SANTÍSIMA VIRGEN, al mejor estilo del Carisma de MARIE POUSSEPIN y SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, quienes nos inspiran, a comprometernos en nuestra misión como laicos al SERVICIO DE LA IGLESIA.

ALEYDES, es la primera de nosotras, llamada a la BIENAVENTURANZA DEL PADRE, razón por la cual, hoy sintonizadas con el gozo de la RESURRECCIÓN como creyentes en la fe de la Iglesia Católica, al tiempo en que experimentamos la impotencia, ante las duras pruebas que soportó, con gallardía Y estoicismo, estos largos seis meses, nos despedimos de ella, con la profunda tristeza del vacío que nos deja su ausencia.

Nos cuestionábamos porque un ser tan puro como ALEYDES, tenía que soportar la dura prueba de una penosa enfermedad, que minaba sus días ante la mirada atónita e inteligible de todos. La respuesta no las da la fe en la Misericordia Divina. Fue nuestra maestra en las lecciones de vida, que aún no hemos aprendido: valorar la vida, revisarla, concientizarnos ante el dolor del prójimo, ser dispensadores de humildad, de amor, de alegría en la vivencia del Evangelio, que nos compromete a ser LUZ Y SAL DE LA TIERRA… a ser verdaderos apóstoles, en el servicio de la CARIDAD a ejemplo de MARIE POUSSEPIN.

“No se turbe vuestro corazón. Creeís en DIOS, creed también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas mansiones, si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo, estéis también vosotros, ALEYDES TERESA HERRERA QUESADA, y donde yo voy,  sabeís el camino.” Jn 14

TE RECORDAREMOS ALEYDES,  HERMANA QUERIDA, GOZA EN LOS BRAZOS DEL PADRE MISERICORDIOSO, QUE TIENE UN LUGAR PARA TI EN EL CIELO. INTERCEDE POR TODOS NOSOTROS QUE AÚN PEREGRINAMOS EN LA TIERRA PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA…



Sofía Torres Algarín.                                                                      María Margarita Viñas de la Hoz






EN EL SEPELIO DE ALEYDES


Eran los finales de los años 70 cuando llegué al Colegio San Miguel del Rosario para encargarme del grado 6º que en la actualidad es 11º. Eran mis alumnas unas niñas traviesas, inteligentes, creativas, y claro, se les temía por su indisciplina, por su revoltosidad. Yo asumí el área de filosofía y milagrosamente les caí bien: juntas vivimos episodios difíciles, juntas sorteamos dificultades y juntas seguimos hasta hoy en una sintonía afectuosa, donde también ha habido encuentros que dejan huellas. Allí en ese grupo esta Aleydes, una niña muy juiciosa y disciplinada que contrastaba con las otras tan  hiperactivas, que para nada les era ajena o estorbosa; ella sabía callar travesuras comprometedoras, no por complicidad sino por solidaridad y porque de fondo tampoco había episodios inquietantes; eran niñas muy sanas.

Me parece ver esa figura menudita, bien acicalada con su impecable uniforme, trasunto de orden y sencillez pero sin faltarle esa  ligera pátina de vanidad que una mujer ha de ostentar, y que no riñe con la sencillez sino que se acomoda al decoro y a la feminidad. Su carita plácida y serena, siempre sonriente, siempre delicada y  siempre lista para su maestra y sus compañeras, para arrimarle el hombro a la clase, a la ornamentación del salón, a las empresas que craneabamos para salir adelante donde se empleara el derroche de tanta fogosidad. Si, juntas hicimos vida una frase que encontré en el Principito: “nos romperemos el cuello por alcanzar nuestra estrella”. Era sagrado ese slogan, y a fe mía que cada una de mis alumnas alcanzó su estrella en la profesión deseada; que encontraron esa estrella en la realización de sus vidas: en sus esposos, sus hijos y el entorno familiar y social al que adscribieron
Aleydes permaneció soltera según auténtica decisión siendo para su familia un centro de cariño; continuó siendo tan estimada por sus compañeras, ese grupo que jamás se ha desintegrado. Por auténtica decisión quiso también vincularse al laicado Presentación, aportando allí  su delicadeza que también es una forma de la caridad, realizando las acciones pastorales planeadas por el grupo y asumiendo su profesión docente con esa mística que nada tiene que ver con apetencias meramente salariales. Digamos que Aleydes fue el testimonio de la sonrisa amable, signo externo  de alguien en paz, conciliadora, que predicó el evangelio sin alardes ni parlamentos sino con la atracción irresistible de la amabilidad.

Lamento su deceso, pero en la fe celebro su arribo al cielo donde moran los justos, los bienaventurados que accedieron al amor del padre por haber imitado a Aquel que es manso y sencillo, que vivenció la paz y como las abejas destiló miel auténtica, esa amabilidad que no miente  con sonrisas sino que es pura en la integridad de su corazón.

Paz en tumba.

Afectuosamente,


H. Nora Inés Fonnegra Gómez








EUCARISTÍA DE CENIZAS EN EL COLEGIO DE LOURDES


El viernes 5 de agosto, se celebró la Eucaristía con las cenizas de Aleydes presentes en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, oficiada por el Capellán del Colegio, Pbro Andrés Felipe, a las 4:00pm. Asistimos miembros de la Fraternidad, Hermanas de la Comunidad, sus familiares y amigos. Al día siguiente sábado 6 fueron depositadas en la Catedral María Reina de esta ciudad.
















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